El Gobierno de Macri gastó casi 14 millones de euros en aviones que no estaban en condiciones de poder volar, según denunció una auditoría de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) difundida, que advirtió que el Ministerio de Defensa contaba con informes preliminares que alertaban sobre el estado de las aeronaves.

El informe, que fue remitido a la Oficina Anticorrupción (OA) para un eventual inicio de acciones, analizó la adquisición, durante el año 2017, de cinco aeronaves por parte de la Armada Argentina al Gobierno de Francia, mediante un convenio suscripto por el entonces ministro de Defensa, Oscar Aguad, y su par de las Fuerzas Armadas de ese país.

Según se desprende de la auditoría, las aeronaves “no se encontraban en condiciones de vuelo y su potencial restante ya era bastante débil, razón por la cual la Marina Francesa había dejado de utilizarlas”.

No obstante, Aguad las compró “acompañadas con su documentación de seguimiento técnico junto a un lote de piezas de recambio, bancos de prueba, valijas de prueba, equipos de misión, herramientas y un simulador de vuelo”.

El precio definitivo de transferencia de todos los materiales –aviones y elementos complementarios- fue de € 12.550.000, y el pago se efectuó en una única transferencia bancaria, mientras que se abonó otra suma de poco más de un millón de euros por el servicio de transporte puerta a puerta de las aeronaves.

La auditoría da cuenta también de estudios técnicos previos negativos, ya que, antes de la compra, “no se tuvieron en cuenta varios informes preliminares de la Armada Argentina que alertaban sobre la necesidad de garantizar determinados repuestos antes de concretar la transacción”.

“Los documentos señalaban que, en las condiciones en que se ofrecían las aeronaves, no se encontraban en condiciones de volar requiriendo la ejecución de una serie de trabajos para su puesta en funcionamiento”, dijo la Sigen.

El informe del organismo plasmó las irregularidades cometidas por la gestión anterior, a lo largo de un documento de 35 páginas, referidas a las compras llevadas a cabo por la cartera de Defensa, en el período 2016-2019, bajo la gestión de Aguad.

Además de las cinco aeronaves de combate, se adquirieron cuatro buques patrulleros oceánicos multipropósito OPV (Offshore Patrol Vessel).

Según se desprende del informe, el Gobierno nacional asumió todos los gastos de retiro, transporte y estacionamiento de los materiales transferidos. Para eso, a través de la Licitación Privada N° 005/17, se tramitó el servicio de transporte puerta a puerta de los cinco aviones más todos los complementos por un total de € 1.346.255, totalizando toda la adquisición una cifra cercana a los €14.000.000.

En tanto, previo a la compra, no se tuvieron en cuenta varios informes preliminares de la Armada Argentina que alertaban sobre la necesidad de garantizar determinados repuestos antes de concretar la transacción.

En ese sentido, los documentos señalaban que, en el estado en que se ofrecían las aeronaves, no se encontraban en condiciones de volar y requerían la ejecución de una serie de trabajos para su puesta en funcionamiento.

 

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