La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó ayer jueves la resolución que avala que el derecho al medio ambiente sano sea reconocido a nivel mundial y “se convierta en garante de un planeta sano, seguro y resiliente dándole, de este modo, carácter de derecho humano universal”.
La resolución reiteró que “todos los Estados tienen la obligación de respetar, proteger y promover los derechos humanos incluido este nuevo derecho”, reportó la ONU desde su página web.
La resolución fue aprobada por 161 votos a favor, 8 abstenciones (China, Rusia, Bielorrusia, Camboya, Irán, Kirguistán, Siria y Etiopía) y ningún voto en contra.
Al respecto, el presidente del Consejo de Derechos Humanos, el embajador argentino ante la ONU en Ginebra, Federico Villegas, destacó en diálogo telefónico con Télam que la aprobación de la Asamblea General “es muy importante”, y subrayó que uno de los más importantes roles del Consejo “el desarrollo progresivo de nuevos estándares y normas de derechos humanos”.
“El Consejo, luego de 20 años de discusiones sobre los temas de medio ambiente que sólo se veían desde el punto de vista ambiental, social, económico o científico, aprobó una resolución que declaró por primera vez que el medio ambiente, sano, limpio y sostenible es un derecho humano, y nombró un relator especial” en esta materia.
El funcionario aclaró que “el Consejo es el órgano principal, pero sólo tiene 47 estados miembros. Lo importante es que pasó a la Asamblea General” de la ONU y que “ahora fue ratificada aquella decisión histórica” del año pasado “por una abrumadora mayoría -162 votos de los 193 países- y, por lo tanto, es toda la organización de Naciones Unidas la que acepta esta nueva dimensión y perspectiva sobre los temas ambientales a partir de los derechos humanos”.
“Argentina participó activamente el año pasado en la negociación en el Consejo y también aquí en la Asamblea General”, subrayó.
El texto, presentado originalmente por Costa Rica, Maldivas, Marruecos, Eslovenia y Suiza el pasado mes de junio, y copatrocinado ahora por más de 100 países, señala que el derecho a un medio ambiente sano está relacionado con el derecho internacional existente y afirma que su promoción requiere la plena aplicación de los acuerdos medioambientales multilaterales.