Tres hinchas de Boca Juniors quedaron detenidos anoche en la comisaría del estadio Neo Química Arena, de Corinthians, acusados de llevar adelante actos racistas contra parciales del equipo paulista durante el partido que ambos equipos empataron sin goles por la ida de octavos de final de la Copa Libertadores.
Los hinchas argentinos, según le indicaron fuentes policiales en la comisaría situada en el subsuelo del estadio corinthiano, podrían ser trasladados ya en las próximas horas a otro lugar de detención fuera de este escenario deportivo, tal como aconteciera con un aficionado mendocino en abril pasado, cuando aquí jugaron el partido de ida de la fase de grupos.
Las tres detenciones fueron caratuladas como “injuria racial” y la fianza a pagar para dos de los involucrados por su liberación asciende a 20.000 reales, unos 4.000 dólares.
El mencionado hincha oriundo de Mendoza había abonado en abril por la misma causa 3.000 reales para ser liberado, unos 600 dólares.
“Decidimos elevar la fianza porque esta Copa Libertadores se ha convertido en un escenario de injuria racial como hace mucho tiempo no se veía”, aclaró el comisario de Grandes Eventos, César Saadi, a cargo del operativo de seguridad en el estadio de Corinthians.
En total hubo seis demorados en la comisaría del subsuelo del Neo Química Arena, quedando tres de ellos detenidos, mientras que la otra mitad de los hinchas fueron liberados.
Inicialmente se divulgaron imágenes de un hincha de Boca haciendo el saludo nazi y éste, que es el tercero de los detenidos, no tendrá el beneficio de la fianza porque su caso fue caratulado como “apología del delito”.
Los otros detenidos, en tanto, fueron identificados haciendo gestos de burla a los brasileños con movimientos similares a los de los simios.
Uno de ellos, residente en Brasil y que no portaba documentos, fue filmado por dos hinchas de Corinthians, Gabriel Ferreira y Guilherme Vieira, que lo terminaron denunciando ante las autoridades.
“Estamos cansados de que los hinchas de Boca hagan siempre lo mismo con estos ataques racistas”, dijo Ferreira.
Por su parte, Vieira manifestó que a partir de estos episodios no tenía “ganas de hablar con la prensa argentina ni con ningún argentino”.
Este hecho, caratulado como “injuria racial”, se produce apenas tres días después de que Boca fuera multado por Conmebol con el pago de 100.000 dólares justamente por agravios racistas realizados por hinchas “xeneizes” a parciales de Corinthians, acontecidos durante el encuentro de mayo pasado en la Bombonera, por la Zona E de la fase de grupos de esta Copa Libertadores.
Tras la aprehensión de estos hinchas boquenses, el Consulado argentino en San Pablo tomó cartas en el asunto.