El Club General San Martín sigue en proceso de renacimiento. Después de dos décadas de abandono, saqueo y desidia, un grupo de simpatizantes y socios lo recuperó, una Comisión Normalizadora lo enderezó y los dirigentes actuales están poniéndolo de pie definitivamente, con más de una decena de actividades deportivas en funcionamiento y varias obras en marcha con el objetivo de reacondicionar su infraestructura.
Los trabajos, con costos millonarios, son solventados por el dinero que ingresó a la institución a partir del acuerdo prejudicial al que se había arribado con el empresario Carlos Elorza, quien había adquirido a precios muy bajos casi tres hectáreas del predio deportivo de la calle Palacios (ex Quinta de las Monjas), cuando el club estaba en manos de la anterior gestión.